Cuando Mhairi se hallaba en la semana 20 de gestación de su bebé sufrió una ruptura de membranas y rompió aguas. Los especialistas le aconsejaron que abortara y ella se negó debido a que el escaner le decía que "todo estaba bien" y eso la tranquilizaba mucho.
Después de que los doctores del Hospital East Surrey, ubicado al sur de Londres, se negaron a ayudar a Mhairi a dar a luz -porque "el servicio solo estaba capacitado para atender a prematuros de 28 semanas y ella se encontraba en la 25"-, la mujer fue remitida a unos cien kilómetros, a un hospital de la ciudad de Portsmouth, localizada en el sudeste de Inglaterra, donde el pequeño superviviente vino al mundo sin complicación alguna, el día 6 de diciembre.
Más información en Jett, que vino al mundo con 25 semanas
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