A inicios de 1984 una ecografía mostraba que en el vientre de la chilena
Rosa Silva se gestaba un bebé con tres brazos y dos cabezas. Los
médicos insistieron en que se practique un aborto,
pero ella se negó pues estaba dispuesta a recibir “lo que Dios le
mandara” y Dios no le envió un bebé con malformaciones sino hijos
gemelos, los hoy sacerdotes Felipe y Paulo.
Para leer la noticia completa haz clik en Vida .
No hay comentarios:
Publicar un comentario