«Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno”
En esta escena Dios se nos manifiesta y nos manifiesta la verdad del origen de la vida. Isabel, con su vida puesta en las manos del Altísimo, se siente llena del Espíritu Santo y conoce la verdad de la Encarnación. El niño salta en su seno ante la presencia de Jesús dentro de María y es que los dos ya son seres humanos amados y queridos por el Señor de la Vida. Uno de ellos además es Dios y el otro su profeta.
Oración:
Padre, ten compasión de las mujeres en trance de abortar y hazles conocer la verdad sobre el ser que llevan dentro. Dales fortaleza y ayuda para que puedan elegir la vida y se alejen del terrible pecado del aborto. Amén.
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