Todas las lápidas serán de color blanco y estarán presididas por un ángel.
'El Jardín de los Ángeles' es un homenaje a todos los niños que no nacieron víctimas de un aborto. "El proyecto quiere dar respuesta a los padres que tienen la necesidad de darles sepultura".
El Jardín de los Ángeles. Así se llama el nuevo espacio que el Ayuntamiento de Roma ha creado en el cementerio Laurentino. Un área de 600 metros cuadrados que está dedicada a acoger las tumbas de los niños que nunca nacieron a causa de la interrupción del embarazo.
El proyecto está promovido por la consejería de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Roma y por la empresa Ama, que se dedica a la recogida de residuos en los hospitales. La iniciativa tiene como finalidad ofrecer una sepultura a los fetos de abortos espontáneos o terapéuticos que no nacieron y que de otra manera serían considerados desperdicios para arrojar en los vertederos de los hospitales.
Han dado luz verde a la iniciativa la teniente de alcalde de Roma, Sveva Belviso; el presidente de la empresa Ama, Piergiorgio Benvenuti; el presidente del municipio, Pasquale Calzzeta, y el vicepárroco de la iglesia San Romualdo Abbate, don Saju, que ha bendecido el Jardín de los Ángeles.
El nuevo espacio, un rectángulo de césped donde se han plantado camelias, está custodiado por la estatua de un ángel blanco, símbolo de la pureza. “El proyecto quiere dar una respuesta a los padres que no han podido ver nacer a su hijo, pero que tienen la necesidad de dar sepultura al feto”, afirma Sveva Belviso.
Sepultar a los niños no nacidos no es una obligación ni se ha establecido como una ley, continúa explicando Belviso, sino que es una opción para los padres que deseen dar sepultura al niño no nacido.
La teniente de alcalde aclaró que este proyecto “no interfiere con la ley del aborto”, que en Italia permite la interrupción del embarazo antes de los 90 días de gestación; entre el cuarto y quinto mes, siempre que sea por problemas de naturaleza terapéutica; cuando corra peligro la vida de la madre o cuando se detecten malformaciones en el feto.
En Italia ya hay otras dos ciudades que cuentan con cementerios para sepultar fetos abortados. En Milán, en la región de Lombardía, al Norte del país transalpino, ya hay un camposanto para niños no nacidos desde hace tres años. La ciudad de Caserta, al Sur de Italia, en la región de la Campaña, también inauguró el pasado mes de julio un cementerio similar al romano. Una idea que partió de la asociación Defender la vida con María, y que recibió el apoyo del alcalde de la ciudad y del obispo de la diócesis.
Las lápidas del Jardín de los Ángeles serán todas iguales, de color blanco, pero cada una tendrá un código diferente. El cementerio de los niños no nacidos estará disponible para aquellos que hagan una petición al ayuntamiento, que concederá el permiso a las familias que deseen conseguir un espacio para enterrar a su hijo.
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